El cuidado del cabello y el cuidado de la piel del cuero cabelludo pueden parecer separados, pero en realidad están entrelazados porque el cabello crece desde debajo de la piel. Las partes vivas del cabello (el folÃculo piloso, la raÃz del cabello, la vaina de la raÃz y la glándula sebácea) están debajo de la piel, mientras que el tallo del cabello que emerge (la cutÃcula que cubre la corteza y la médula) no tiene procesos vivos. Los daños o los cambios realizados en el tallo del pelo visible no pueden repararse mediante un proceso biológico, aunque se puede hacer mucho para manejar el pelo y garantizar que la cutÃcula permanezca intacta.
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La piel del cuero cabelludo, al igual que cualquier otra piel del cuerpo, debe mantenerse sana para garantizar un cuerpo sano y una producción de cabello saludable. Si el cuero cabelludo se limpia con regularidad, las personas que tienen el pelo áspero o con problemas de caÃda pueden perderlo. Sin embargo, no todos los trastornos del cuero cabelludo son consecuencia de infecciones bacterianas. Algunas surgen de forma inexplicable, y a menudo sólo se pueden tratar los sÃntomas para controlar la afección (ejemplo: la caspa). También hay bacterias que pueden afectar al propio cabello. Los piojos son probablemente la dolencia más común del cabello y del cuero cabelludo en todo el mundo. Los piojos pueden eliminarse con mucha atención, y los estudios demuestran que no están necesariamente asociados a una mala higiene. Estudios más recientes revelan que los piojos prosperan en el pelo limpio. De este modo, el lavado del cabello como término puede ser un poco engañoso, ya que lo que es necesario en la producción y el mantenimiento de un cabello sano suele ser simplemente la limpieza de la superficie de la piel del cuero cabelludo, del mismo modo que la piel de todo el cuerpo requiere una limpieza para una buena higiene.